Nos referimos, claro está, a Miguel de Cervantes Saavedra. El
saavedrismo es un movimiento cervantista crítico que desprecia todo
documento nominal del Cervantes al que le falte el ‘Saavedra’. Si así
ocurre, dicen, ese es ‘otro’. El saavedrismo es también un carajal en el
que se han perdido tanto los cervantistas oficiales como los
levantiscos. A veces se confunde el linaje con el parentesco. Y, de esta
manera, ha habido cervantistas que inútilmente se han perdido en las
profundidades genealógicas como se pierden los espeleólogos. Para mí que
se han soltado carretadas de idioteces sobre el apellido ‘Saavedra’ del
escritor ‘regocijo de las musas’.
Por cierto, a lo que parece, el linaje de Cervantes y de Saavedra nace
junto como juntos van. Según los genealogistas, en el municipio de
Cervantes (Lugo), en la torre de Ferreira tuvieron su jurisdicción los
Cervantes, y allí mismo, en la feligresía de Vilarello de la Iglesia es
tradición que estaba de antiguo la familia Saavedra.
Se ha cargado de misterio el ‘Saavedra’ de Miguel. Pero lo que yo veo
es que Cervantes Saavedra es un apellido compuesto, que carece del nexo
de nuestros días, el guión (-) o la ‘y’. Así de sencillo. Es el apellido
compuesto que hereda de sus padres, a quienes se lo simplifica la
costumbre de los escribientes de la época, siendo conocidos por la
primera forma de ‘Cervantes’. Sin embargo, el escritor, por serlo, se
opone a la simplificación tan abundante en la documentación de padre y
abuelo. Rodrigo de Cervantes, su padre, figura así, no siendo exigido el
supuesto segundo apellido en sus comparecencias notariales, salvo en un
documento, suficiente para nosotros, donde figura el supuesto segundo
apellido ‘Saavedra’, que es la segunda forma del primero. Pero es que su
firma en niveles es rematada por una rúbrica que es una clara “S”
proyectada de Saavedra, de la que no se olvida.
Firma de Rodrigo de Cervantes, padre del autor del «Quijote».
Pero es que el hermano de Rodrigo, Andrés de Cervantes, el que fuera
alcalde de Cabra y tío de Miguel, remata también la firma posponiendo
detrás del Cervantes la “S” inicial de Saavedra, del que tampoco
reniega. Es en los documentos registrales donde roman las nominaciones
largas, en contra de sus portadores, que, como se ve, llevan el
‘Saavedra” en el filo de su pluma.
Ha quedado constancia, no obstante, de la existencia del apellido
compuesto ‘Cervantes Saavedra’ que abunda en aquella época. De entre los
Cervantes de Granada que van a Córdoba está un tal Gonzalo Cervantes
Saavedra, de quien no hay constancia de que fuera pariente del ‘manco de
Lepanto’, ni tampoco lo aclara cuando le cita en el ‘Canto de Calíope’
de La primera parte de La Galatea entre los ingenios cordobeses. Hay
también una monja sevillana de nombre Catalina de Cervantes Saavedra,
tía natural de Miguel. González Aureoles, citado por Astrana, nos da noticias de otras monjas sevillanas, posibles parientas de Cervantes,
en el convento de Santa Paula, del cual fue abadesa en 1590 doña Juana
de Cervantes Saavedra, hija de Diego de Cervantes y de doña Catalina
Virués de Cervantes, padres asimismo de una doña Beatriz de Saavedra.
Esta Beatriz de Saavedra, así como la también monja y hermana de
Cervantes, Luisa Saavedra de Cortinas –también documentada de esta
manera–, como la propia hija reconocida del ‘escritor alegre’, Isabel de
Saavedra, ponen de manifiesto con su mismo apellido un ejercicio
legítimo: la elección de una parte de su primer apellido, que sólo en
caso de matrimonio podría suplantarse.
No, no renunció el “manco sano” al segundo apellido legítimo de la
madre, por otro elegido por él entre sus ancestros no encontrados. No
dejó de llamarse Miguel de Cervantes Cortinas por el caprichoso redondeo
de Miguel de Cervantes Saavedra. Era su propia y larga nominación –sin
el segundo apellido–, que el escritor impuso en contra de los cicateros
escribanos de su época que a él y a su familia le habían recortado
tantas veces el vuelo de su nombre. He aquí una firma completa del
‘famoso todo’:
No hay dos Cervantes como quieren los levantiscos: el que es Saavedra y el que no lo es. Este que aquí firma es el que casa con Catalina de Salazar, y es hijo del alcalaíno Rodrigo de Cervantes y de la argandeña doña Leonor de Cortinas, según partida matrimonial.
José César Álvarez
Puerta de Madrid, 25.10.2014
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