lunes, 25 de septiembre de 2017




Diario entre fronteras
      
     Mi diario se ha detenido en fechas que quedan entre las fronteras de los dos años que lindan. Hoy, día de Reyes, he buscado el regalo de las efemérides de los años quince queriendo arrancarles significaciones como hacían los pitagóricos. Así, el año 1915 Pancho Villa tomó el mando de México. ¿Querrá decir esto que en este año electoral nos va a venir el de la coleta? En 1815 Napoleón fue derrotado en Waterloooo y confinado en la isla de Santa Elena. ¿Será este un presagio contra Artur Mas? En 1715 muere Luis XIV, el Rey Sol, acabando el reinado más largo de 72 años. Aquí no lo tengo claro. ¿Podría referirse al final de Villar el futbolero? En 1615 se editó la segunda parte del Quijote. Aquí lo tengo claro. Este presagio está a favor de Rajoy. ¡Está claro! ¡Se trata de la segunda parte del Quijote barbado!
     
     
Sª Parte del Quijote
Madrid, 1615

     Día 2. ¡Qué bonita es la plaza de Cervantes! Pero qué incómoda en estos días. La plaza no puede seguir manteniendo seis parcelas de rosales en detrimento de su capacidad puesta a prueba. Y es incómodo el cordón umbilical que la unía con la carpa de la Paloma por la calle de Santo Tomás. Una acera en fila india pegada a la ruina impresentable del costado de San Agustín, los gallineros del Marqués de Ibarra. La solución es abrir el arco cegado y trazar un pasadizo ajardinado dentro de una ruina consolidada y bruñida. Pero no puede seguir así. Es una vergüenza urbana.
     
 

     Día 1. Volver a empezar. Esto es una vuelta por etapas. Nos gusta estrenar, reeditar los mismos hitos de una ceremonia cíclica que se repite a cuenta alzada pero tasada. sin aviso del pinchazo o de la pájara. De momento, el murmullo de los danubios azules de Viena se repiten en su nuevo curso.
      
     Día 28. Iñigo Urkullu y Artur Más jugaron juntos en el Nuevo San Mamés a su aburrido juego del ‘no te ajunto’.
     
      Día 24. Una tertuliana de la radio de la tarde hablaba del chantaje de la familia en estas fechas y decía que “¿quién no ha regalado a algún miembro de la familia política ese regalo que más le hería?”. La radio de la tarde da malas personas y la progresía dedicada a derribar mitos tiene trabajo extra para allanar la institución de la familia.
    
 Pedro Atienza
      
     Día 23. Desde Priego de Córdoba llegaron a Alcalá los restos mortales del poeta amigo Pedro Atienza. Lo conocí de adolescente leyéndole como jurado de un premio literario. Eran unos versos “a la muerte de mi padre”. Había allí un poeta, además de un ser roto por una orfandad inasumida que llevaría siempre consigo. Y Pedro se pasó a la fiesta de su verso, casi orgía, con aquellos sonetos de rima esdrújula y monorrímica. Era llegar al no va más, al ‘summum’ de la originalidad, a querer tocar los luceros de la fiesta, tocar a Quevedo y Villamediana y alzarse con ‘Cuaderno de las voces póstumas’ y ‘Decir de un solitario’. Y así me lo encontré hace poco en la calle estrecha del Divino Vallés, humano valle de aceras lamidas, angosto vial, punzante como estilete, donde no podía caber su novela, de la que allí me hablaste, como de tus coplas lloradas en los jipíos del cante jondo, donde hoy precisa y lacerantemente entras tú, Pedro, mi lejano y guadanesco alumno de latines, hoy entras tú, digo, como letra de tus letras dolientes. Y me imagino la imponente voz del Sordera, entre tus muchos cantaores, lanzando este quejido:
                                           
            Se me ha quedado la voz
             sin el aire de sus cuerdas,
            que mi poeta no vibra,
            se murió don Pedro Atienza.
      
     Día 22. Cayó el gordo en el mismo punto geográfico donde dos días antes cayó un tipo con dos bombonas de butano y material explosivo. El caso cayó en manos del juez que fue genio del 11M, Sr. Gómez Bermúdez, quien dos días después cayó en la cuenta de que no era aquel un caso de tratamiento terrorista. Fue aquella una disquisición de tal finura ontológica que la disposición del ínclito juez, acompañada de la sutil ironía del redactor, recorrió con jocunda algazara los multimedia de este país. Tomar por evidente lo que sólo parece que aparece es comparecencia de los que somos necios.     

 
José César Álvarez
www.josecesaralvarez.org
Puerta de Madrid, 10.1.2014

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