OJO de buey
2011, año de rimas.
2011, año de rimas.
Burla burlando, nos hallamos metidos en este año de 2011, que adquiere
la rima del 711, el año de la entrada de los árabes en España, una fecha
imprescindible en la memoria infantil de todas las escuelas que fueron,
cuando la memoria no estaba todavía proscrita en la enseñanza. Tiene,
pues, este 2011 resonancias de aquel 711, año de traición, de irrupción
violenta y arrasamiento cultural, y de un rey don Rodrigo que llora su
adversidad.
Nos hallamos metidos en este año de 2011 sin haber pensado que el 11 es
el número de los dos días más amargos de la historia de Alcalá como son
el 11-M y el incendio del Palacio Arzobispal, cuyos últimos vestigios
dispersos han sido recientemente ordenados con mimo por nuestro
Ayuntamiento, junto al sector de murallas visitables de una recuperación
patrimonial que no cesa. speramos que esos nefandos días 11 no
contagien a los años de análoga numeración.
Nos hallamos metidos en este año de 2011, que tiene un 11 como dos
torres, las dos torres que nos han abierto, la de San Justo y la de
Santa María. Dos unos como dos torres, en cuyos bajos fueron bautizados
dos alcalaínos y escritores del Siglo de Oro, Cervantes, en la de Santa
María, y Antonio de Solís bajo la de San Justo. Cervantes le ha comido
el terreno a Solís, de quien en 2010 pudimos haber celebrado el cuarto
centenario de su nacimiento. Solís tuvo casa en Torrejón, por lo que la Avenida
principal del Parque de Europa lleva su nombre. Antonio de Solís y
Rivadeneyra, el que fuera propuesto como modelo de escritura y buen
estilo en el siglo XVIII, no ha salido aquí del callejón de su nombre.
Hace años, le propuse para denominar un colegio y se me contestó que
sonaba a ministro de Franco. Como quiera que sea, de estos dos unos como
torres tenemos reciente constancia, y nos avisan de un año de altas
torres, de empinadas escaleras y de viejas y grises panorámicas.
Nos hallamos en la bocana de este nuevo año, metidos en la bocanada del
humo más denso, la humareda verborraica que ha levantado la ley sin
humo.
Es el número 11 el dorsal del extremo izquierda, el hierro de todos los
gentos y gaínzas que en el césped fueron. Todo hace indicar que, este
año, el extremo izquierda monclovita seguirá corriendo la banda lateral
de sus delirios.
Será este año Once un año de ciegos, y será este año 11 un año de pares
de ases. Y será este año, ante todo, lo que nosotros queramos.
José César Álvarez
Puerta de Madrid, 15.1.2011
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