Lunes 19, la R.S.D. Allcalá se apaga
La
ciudad que el domingo no va al fútbol de su equipo recibe todos los
lunes la penosa noticia de su derrota. La ciudad que los domingos no va
al fútbol, ni va al teatro, ni va a misa, ¿a dónde va? No va, se queda. Y
la Real Sociedad Deportiva Alcalá se queda sumida en el fondo oscuro de la clasificación.
Los
‘rojos’ son esos muñecos luminosos que nos impiden el paso, mientras
que los ‘rojillos’ son los futbolistas de calzón blanco del Alcalá que
tampoco pasan. El Alcalá
vestía una camisola roja tan desvaída como su historia. Eraun encarnado
sin encarnadura. Hace cincuenta años que Alcalá subía, subía, subía, y
la grada del campo del Val siempre igual, igual, igual. Hasta los
sociólogos han dicho que el fútbol, en esta era y hora del fútbol, sirve
de baremo de la integración de un pueblo. Alcalá o es excepción o no
está integrada.
La Real Sociedad tuvo épocas de vibraciones épicas e indígenas. Los
jugadores legendarios de aquel ‘patio de caballos’ de aquel Campo del
Val que estaba más acá, sudaron con orgullo una camiseta que hoy se
desvanece en el fondo de la tabla, bajo el envoltorio despersonalizado
de una Sociedad Anónima, en tanto que sus jugadores épicos deben
removerse desde la tierra de sus campos: Carlos Sánchez ‘Catete’, Félix
Huerta, Pepe Calleja, Ismael Valle, Villada, Carrasco, Juliancillo,
Manolo, Toni… y los que han de removerse desde la superficie: Josemari
Valle, Antonio el Puro, los hermanos Martín (Taquitos y Fofo), Faustino,
Poveda, Pepín, Pichi Cabellos … Ellos son las vacas sagradas que
rebullen desde su desasosiego, estén donde estén, cuando todo apunta a
que al Alcalá se le deja caer como un fardo.
La
llama histórica que encendiera aquel escolapio se apaga en las manos
del presidente Carretero. La ciudad que recibe todos los lunes la misma y
pertinaz derrota, quiere remontar aunque sea con la parsimonia segura
de una carreta. Carretero a tu carreta. (El Alcalá empata a uno en casa
el domingo 25 con el Zamora, antepenúltimo)
Martes 20, día de muerte y esperanza
Un
veinte de noviembre murió Francisco Franco y brotó la transición en
este país. Un veinte de noviembre murió en las urnas Rodríguez Zapatero y brotó
la esperanza de un Rajoy. La muerte de Franco y de Zapatero quedarán
unidas para siempre en la historia por deseo del segundo. Zapatero
eligió el veinte de noviembre para día electoral por ser fecha
franquista y que, al identificarse con el PP, creía, fuera así
rechazado. Pero le salió mal, y, como la abeja, cayó de patas en su
propio panal de las mieles de su viscoso e insondable subconsciente.
Así,
pues, hubo relevo de capitanes de barco. Once meses lleva el capitán
Rajoy tratando de sacar el barco del lugar de peligro en que se lo
dejaron. Los embates del mar no cesan, pero, al menos, hay la sensación
de que hay capitán, y se le reconoce en el mar abierto. “¡Es un capitán
mentiroso!” bramó con voz agria alguien de entre la clase marinera del
bronco mar, y el grumete le contestó señalando en el libro de bitácora
todas las gruesas mentiras que le precedieron desde ‘Otan, de entrada,
no” hasta el faisán, pasando por los GAL. Y allí figuraba también una
frase de su ayudante Solbes que nos viene al pelo: “Avanzaremos a una
velocidad de crucero del 3%”, sin ver las olas que se les venían encima.
Negándolas.
El
capitán Rajoy, al timón, entre la niebla y los zarpazos de espuma sobre
la cubierta ha oído otro grito acusador: ¡Bolinagaaaa!
Miércoles 21, el buey y la mula
La
constatación evangélica del papa de que en el portal de Belén no había
buey ni mula, no sólo devalúa el nacimiento español, sino que le quita
la calefacción a Dios, ahora que los hombres encienden las suyas. Ello
quiere decir que lo del portal de Belén fue mucho más duro, un Niño
Jesús más aterido de frío, al que ahora le quitamos el aliento corporal
de los animales. Un portal de Belén en donde la pobreza extrema no
permitía ni tan siquiera la supeditación el reino animal al Hombre-Dios.
Y
la constatación evangélica viene a derramarse sobre esta realidad que
nos gobierna, esta crisis sin el calor ambiente del buey y la mula, este
portal aterido de desahucios, tasas judiciales y prima de riesgo
colgada. Hace tiempo que nos quitaron el buey y la mula de nuestro
nacimiento y de nuestro paisaje, y el papa sólo ha venido a contrastarlo
con su magisterio.
Jueves, 22, Complutum
Los
romanos se establecieron en la plataforma del Cerro de San Juan del
Viso y bajaron al ‘compluvium’ de la desembocadura del Camarmilla con el
Henares. En el año 736 de nuestra era, Vespasiano concede a Complutum
el título de ‘municipium’ y en el s. IV la ciudad romana alcanza su
esplendor. En el Siglo de Oro, personajes como Ambrosio de Morales se
interesan por su arqueología y en el siglo XIX hubo un importante museo
romano en el Archivo General Central. Pero nada comparable con el
interés dedicado al yacimiento complutense en las últimas décadas,
paralelo al de nuestra prosperidad, hoy quebrada. En 1998 se creó el Servicio Municipal de Arqueología , pauta y dedicación.
La Comunidad
de Madrid, financiadora de Complutum, ahora en el camino de la
austeridad, va a olvidarse de momento, según se dice,, de algunos viejos
proyectos de excavación como es la villa del Val, y parece que ello no
afectará a la Escuela
taller. Es Complutum, el hallazgo romano de la mejor pintura mural, el
paso velado de nuestra propia cultura, el grito ahogado que se dilata.
Domingo, 25, Tony Leblanc
Se
nos va Tony Leblanc cuando Cataluña vota si se va o si se queda. Se nos
muere Tony y se nos muere la alegría de nuestro patrimonio. Se nos
muere Tony y perdemos la risa entera, la torre humana y ‘el brazo tonto
de la ley’.
José César Álvarez
www.josecesaralvarez.org
Puerta de Madrid, 24.11.2012
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