martes, 4 de julio de 2017

El Parador de Turismo de Alcalá de Henares

     Un velo de tul cubre el rostro de la fachada de la Universidad como si fuese una novia. Los ejercicios de cosmética exigen ese derecho a la intimidad. Atrás, la Hostería del Estudiante, muerta de envídía, ha lavado tambíén su cara, llena de rusticidad. Su toiIette ha sido más rápida, dada la austeridad de facciones y abalorios. No nos engañemos, la Hostería no deja de ser sino las traseras de la. propia Universidad, sus partes pudendas.   

 
     Como no podía ser de otro modo, la Universidad de Alcalá ocupa el frontíspicio histórico de la plaza de San Diego. Y ya tiene cchados sus tentáculos sobre la fachada aneja que corresponde al Cuartel del Príncipe, la cara de una jugosa y modélíca manzana. Pues bien, ausente el elemento nnilitar, esa fachada es la que le correspondería a la nueva Hostería del Estudiante o Parador de Turismo. Lo cual se impone por pluralidad de servicios e instituciones, por cadencia urbanística, por ritmo y díversidad. Lo contrario sería la ‘panuniversidad’, su presencia omnímoda, su invasión.


     ¿Por qué en esta ciudad, la Hostería, el turismo, no dejan de ser partes traseras? No hace muchos años la Hostería quiso pasar a ser Parador Nacional anexionando su edificio contiguo. Pero el Colegio de Abogados le ganó por la mano y no quiso soltar el edificio.


     Conviene precisar que la Hostería del Estudiante es la más antigua de las instalaciones de la Red de Paradores, después de Gredos, pero sólo con atención gastronómica. Se trata de llevar a cabo una instalación completa. Ahora vuelve a tener la ocasión. Y el entendimiento puede ser más fácil dentro de la Administración del Estado. El sino de Turismo y Universidad en esta ciudad seguiría siendo el de partir y repartir espacios.


     El Parador ya no se llamaría «del Estudiante». No debería. Porque ya no hay nosstalgia del estudiante en Alcalá. Ahora el estudiante es su cotidianidad. Sería Parador “Cuartel del Príncipe»”, como se llama. Y es que ahora la nostalgia está de parte del soldadito perdido. Como aquella monumental pintada que no hace mucho vi sobre las tapias de un cuartel abandonado en Plasencia: “¡Adiós, desaparecidos!” ¡Cuánto cariño acumulado cabe en una pintada! Porque se les fueron como a nosotros sin decir adiós. 


     Ya estoy viendo los cañones que flanquean la entrada del Parador. El recepcionista nos díce que el congreso no es en el Salón de Húsares de Pavía, sino en el Salón de Lanceros de la Reina. Los corredores con decoración de mosquetones, sables y lanzas; de gallardetes, emblemas y reposteros. Es la tradición militar de Alcalá. El Ejército empieza a ser nostalgia, museo. Los soldados maniquíes nos guardan el paso con sus vistosos uniformes de gala. Ese es el patio de Almogávares y aquel el del Regimiento de Villaviciosa.  En la sala ‘Regimiento Wad-Ras hay una exposición permanente de soldaditos en miniatura. En una vitrina alargada se reproduce la procesión de las Santas Formas, donde la guarnición alcalaína formó durante siglos colaborando a su esplendor. Hasta se ve el gran palio bordado, que en vivo medía ocho varas de largo, cargado del obsequio floral de los balcones.


      El Parador de Alcalá, en suma, tendrá fachada con el permiso de la Universidad, que debe saber repartir ese colosal espacio el día que le llegue. Si la Universidad sigue queriendo ser fachada es que a Alcalá no volvió la Universidad, sino la Panuniversidad, que no deja alternativa urbana y quiere condenar el turismo a las traseras.
 

José César ALVAREZ
Puerta de Madrid, 5.3.1994
 

Nota de reposición.
Escribí esto en 1994 y el actual Parador se abre en 2008. En la actualidad, 2012, el cuartel del Príncipe, su fachada sigue de obras. Por sus ventanas se vislumbra un cuerpo huero. Las obras lentas, con andamios eternos, preveen la construcción de una gran biblioteca. No lo entiendo. Hay bibliotecas a gogó. La “panuniversidad” sigue siendo un concepto vigente, que avanza, pese a la crisis, mientras que “mi parador” fue sólo un posibilismo, un vahido literario.

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