Alcalá gana a Móstoles
No
se trata de un titular sobre fútbol, ni tan siquiera del ‘fulbito’, que
es hoy por hoy nuestro ‘deportito’ más representativo. Se trata de que
Alcalá ha echado la zarpa a Móstoles en el número de habitantes, según
los datos del padrón, que ambos ayuntamientos han hecho público a
primeros de Enero. Se trata de un dato empírico y psicológico al
erigirse Alcalá, según criterio cuantitativo dominante, en primera
ciudad de su autonomía después de Madrid (3.233.527) Se trata de glosar
el excelente reportaje a todo color que PUERTA DE MADRID nos ofreció (nº
2.313) sobre datos demográficos.
En
efecto, desde el 1 de enero de 2014 el empadronamiento de Alcalá
asciende a 206.634 habitantes. Dicho censo de población es considerado
como estable, ya que la movilidad censal es insignificante, toda vez que
la variación que va del 1.1.2012 al 1.1.2014 es de +387 habitantes.
Pequeña alteración dentro de las magnitudes en que nos movemos.
El
antiguo y actual ayuntamiento de Alcalá de Henares sigue siendo el
edificio emblemático de su descentralización. Fue un proyecto de
adaptación de Cirilo Vara en 1870 sobre un hospital de Agonizantes,
sometido después a reformas interiores y a ampliaciones, en las que
absorvió un grupo escolar y el cuartel de guardias que completaba el
solar. Su diseño inicial muestra un estilo ecléctico decorativo de
influencia francesa. Su padrón, a 1.1.2014, ha sido de 206.634
habitantes
Esa
variación censal bianual de +387, que siempre es creciente, no avanza
en términos absolutamente lineales, sino que es el resultado de las
fluctuaciones entre nacidos/fallecidos e inmigrantes/emigrantes. Ello
quiere decir que los nacidos e inmigrantes forman regularmente un número
ligeramente superior al de fallecidos y emigrantes. Algunos datos para
estas fluctuaciones son los 2.000 nacidos de media anual en el Hospital
Príncipe de Asturias, no todos de Alcalá; la emigración de trabajadores
extranjeros, provocada por la crisis, no superior, sin embargo, a la
inmigración que no cesa; y a estos datos se une ahora la emigración de
la juventud residencial alcalaína. Ese cóctel de los que se van y de los
que se vienen –aunque en viajes bien distintos–, nos arroja un saldo
positivo, de casi tablas, esto es, la estabilidad de población.
Por
su parte, Móstoles, que viene desde hace muchos años ostentando la
primogenitura de las poblaciones en torno a la Villa y Corte, ha
figurado en su padrón del 1 de enero con 206.337 habitantes, es decir
297 menos que Alcalá de Henares. Móstoles sigue siendo el núcleo más
poblado de ese Sur madrileño que representa el mayor fenómeno
demográfico de España de los últimos cincuenta años. Pero existe una
diferencia esencial en el censo comparativo de las dos poblaciones.
Mientras Alcalá absorbe un censo de 43.607 extranjeros registrados,
Móstoles sólo acoge a 29.411 ciudadanos extranjeros.
El
ayuntamiento de Móstoles fue inaugurado en 1976. En 1971 se aprobó el
derribo del antiguo, situado en el mismo solar, que comprendía la cárcel
y el matadero. Los hermanos Algora, ceramistas mostolenses colocaron
tres mosaicos en la fachada, alusivos al viejo reloj, al escudo y al
alcalde Andrés Torrejón, el del levantamiento contra los franceses. Su
estilo es moderno contemporáneo. El padrón de 1.1.2014 asciende a
206.337 habitantes
Ha
sido así cómo Alcalá ha vencido a Móstoles en un valor en el que
nosotros nunca hemos creído: la cantidad. No es mejor el que más tiene.
Nosotros hemos vendido a Alcalá desde otras perspectivas: como ‘Ciudad
patrimonio de la Humanidad’, Ciudad Romana, Antigua Diócesis
Santiustina, Señorío prelaticio de Toledo, Universidad del Renacimiento,
Universidad Complutense genuina, Cuna de Cervantes, ‘Civitas Dei’,
‘Civitas librorum’… Sin embargo, todos nuestros avales históricos
parecieron siempre a los de enfrente subjetividades localistas. “Tanto
sumas, tanto vales” parecían decirnos fríamente. Todo se reducía a
valores contantes y sonantes, a pie de censo. Era un mercantilismo a
golpe de acta de padrón. Y con ese golpe fuimos tercera ciudad
madrileña, sin contar Madrid; y fuimos muchos años, segunda , y ahora
nos dicen que primera.
Pues
ahora cogemos el título cuantitativo que sigue sin gustarnos y lo
reconvertimos en acicate psicológico y prurito promocional. Ahora puede
servirnos de redondeo para vender a Alcalá como ‘Primera Ciudad de
Madrid’, aunque ese ‘primera’ tiene distintas acepciones. Es ‘primera’
ahora por haber alcanzado el primer padrón de la provincia (aunque esto
es ser segunda oficialmente) Pero ya era ‘primera’ antes en términos
absolutos. Es “primera” de su Comunidad por su mayor antigüedad como
ciudad romana y su antecedente enclave del Viso. Y es ‘primera ciudad’
de título real por ser concedido por Carlos II, en tanto que los
nombramientos de ‘ciudad’ de Chinchón y Colmenar de Oreja fueron de
Alfonso XIII. Y es ‘primera’ como única urbe de Madrid patrimonio de la
UNESCO. Desde varias perspectivas, ahora y antes, Alcalá es ‘primera
ciudad de Madrid’. Por lo que el liderazgo alcanzado en el parquet de la
Bolsa madrileña tiene sólo un valor de mero redondeo.
De
todas formas, de cara al valor clasificatorio conferido por los
mercantilistas del padrón, los números son buenos. Pero la noticia de
que Alcalá ha ganado a Móstoles tardará otros cuarenta años en llegar al
conocimiento de los ciudadanos madrileños. Al tiempo.
José César Álvarez
No hay comentarios:
Publicar un comentario